El debate en torno al Ley de Fármacos II no se detiene en la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados. Hace pocos días se contó con la participación del Dr. Bernardo Aguilera, miembro de la agrupación Médicos Sin Marca (MSM), y Jorge Velis en representación de la Cámara de Medicamentos de Venta Directa (Cameved), quienes pusieron en duda una serie de medidas propuestas por el Gobierno en las indicaciones presentes en este proyecto de ley.
Uno de los cuestionamientos que marcó la discusión fue lo señalado por MSM, al afirmar que la prescripción por marca o Denominación Común Internacional (DCI) –cambio solicitado por el Gobierno- es perjudicial, estableciendo que sólo debería ser por ésta última, ya que facilita la identificación del fármaco, resguarda el marketing, disminuye el gasto de medicamentos y la marca como tal no cumple un rol sanitario relevante. Además, dejaron en claro que la distribución por DCI, y la receta con ésta, aportan dándole visibilidad al rotulado destacándola por sobre el nombre de fantasía.
Por su parte, en Cameved fueron categóricos al señalar que los medicamentos de venta directa, tras las altas utilidades que generan, deben ofrecerse en distintos establecimientos además de las farmacias, apelando a la automedicación responsable que valida la OMS y que son un beneficio sanitario que constituye un alivio directo a problemas de salud leves. Además, hablaron de un “paternalismo interesado”, ya que al tener este tipo de fármacos en góndolas su precio disminuye entre un 15% y 20% y afecta la venta de medicamentos elaborados por laboratorios propios de la farmacia.
Está más que claro que el proyecto de Ley de Fármacos II ha generado un amplio debate, y que a su vez está muy lejos de terminar. Próximamente serán los turnos del gerente general de Farmacias Ahumada y el Presidentes de la Asociación de Farmacéuticos de Farmacias Independientes (AFFI), quienes expondrán su visión al respecto con el fin de perfeccionar las indicaciones propuestas por el Gobierno.